miércoles, 23 de mayo de 2012

El principio del desastre.

Más de una vez llego al final del día con un sentimiento extraño de no haber liberado todos mis pensamientos, ya sean buenos o malos, sobre un tema específico. Hoy me di cuenta que la variedad de cosas que perciben mi atención es tan grande, que no hay forma de dedicar la misma a todas, aunque mi nueva profesión fuese Comentador de posts publicados en Facebook.
Muchos -estoy seguro- amarían semejante tarea, pero estoy convencido que sería uno de esos trabajos engañosos en los que te conviertes un asesino de amistades superficiales.

Encarcelar pensamientos simplemente no es mi estilo.

He decidido empezar a desahogarme por aquí, abordando esas cosas que muchas veces estás impedido de decir dentro de las redes sociales porque puedes herir sentimientos, romper corazones, terminar relaciones y hasta patrocinar inseguridades.

El tema será lo de menos. En su mayoría serán ataques de pasión momentánea a mis queridos paisanos hablando mal en inglés para sonar más chévere, nuevos fans del Barcelona de España, Romeos y Julietas de las redes sociales, artistas en bicicleta, Pedros Almodóvares, Silvios Rodríguez y Ricardos Arjonas de cada día y antes de engañarme (o engañarles), estoy seguro que encontraré la forma de escribir algo sobre fútbol. ;)

Espero que la intención de compartir mis seguramente extrañas visiones no sea confundida con el objetivo de imponerlas. Prefiero debatirlas, comentarlas y cuestionarlas. No hay nada mejor que te hagan dudar de algo que pensabas era parte de tus creencias.


Reflexión desde los doce pasos de hoy: Para mí, el capitán patea el primero.